Mi lista de blogs

Cumpleaños en tiempo de pandemia

 

El día seis del mes seis cumplí sesenta y seis años y no pude festejarlo. Cuatro de seises que no volverá a suceder en mi vida. Alguien que aprecio y sabe de números me diría: ¡Un póker de seises!

Festejarlo era necesario, según yo.

Celebrar, brindar y agradecer con mi compañero de camino a un lado fue muy bueno, recibir los mensajes y llamadas de las personas que me quieren también fue muy bueno porque me sentí acompañada, aunque fuera a distancia.

Siempre he creído que la fecha más importante de uno es el momento en que dejamos el vientre de nuestra madre para arribar a la vida en una gran bocanada de aire,  tomar impulso y después soltar el grito. Llegar al mundo, después de estar nueve meses escuchando los latidos del corazón de la persona que más nos ama, no debe ser cosa fácil. *Tampoco es como lo describo románticamente, no siempre estamos en un vientre que nos ama.

Y, bueno, todo esto que escribo es porque me quedé sin mi festejo  por pandemia, sin los abrazos de mis seres amados, sin las miradas amorosas de mis hijos y nieto, sin mi ramo de flores, ni baile de huapangos con mis hermanos.  No cabe duda que en estos tiempos todo es impredecible.

Me quedé con mis planes, pero había otros mejores. Como tener tiempo para mirarlo todo nuevamente con otra mirada, por ejemplo: mirar detenidamente a mi compañero, sus ojos, su cabello creciente y sus manos que desaparecen libros como prestidigitador. He tenido tiempo para mirar a mi alrededor con esmero, las cosas que con tanto cariño hemos conseguido, las paredes de mi casa (casa de abuelos llena de recuerdos), los cuadros y retratos que me acompañan, las plantas que florecen y me esperan todas las mañanas, los colibríes en las macetas y el canto de las aves en el árbol de mandarina. En mi casa pasa de todo, hasta algunos pensamientos atemorizantes, pero la alegría sigue siendo sostenible.

Celebrar la mañana con una taza de buen café, leer mensajes de aliento en el whatsapp de amigos y familiares, escuchar música, todo es un buen  sazonador para las horas, aunque también el silencio es buen acompañante. Desde el patio también miro  pasar nubes, aviones, calandrias, la lluvia y algunas lunas llenas, que no las he contado porque tampoco quiero contar el tiempo.

Mi vida ha dado un giro inesperado. Todo era prisa, desasosiego, yendo siempre al futuro de manera precipitada, haciendo planes y viviendo un presente poco reconocido, con la cabeza enmarañada de ideas o tratando de resolver lo irresoluble, desatendiendo mi salud (ahora entiendo que debo estar atenta a los avisos de mi cuerpo). 

Algunos momentos me quedo a solas, sola haciendo ejercicio, tomando cursos en línea, seminarios, sola descubriendo las novedades tecnológicas, meditando y mirándome al espejo para ver cómo crece mi cabello, las ojeras, mis labios que han cambiado, mis arrugas nuevas.  La pandemia me desnudó frente al espejo, se asomó mi realidad y me guiñó un ojo y me sonrió, me descubrió riéndome de mi cabello que se quedó sin la magia de los tintes. Mis canas al desnudo. A solas también disfruto el silencio, mi soledad tan llena de recuerdos.

En este tiempo he aprendido que ya no quiero formar parte de realidades ajenas a la mía, nada de imágenes superfluas de aparador, ni pláticas absurdas e incongruentes. Quiero estar cerca de personas conscientes de esta nueva etapa de la vida, coherentes con el mundo, con lo que nos rodea y con ese deseo de vivir la edad sin prisas, pero con suficiente avidez.

Estoy bien así. Reflexiono lo que vivo ahora y lo que sigue mañana, quizá en un mes, pero no más allá.

Este tiempo me ha enseñado a darle valor a cada cosa, a lo que tengo, que es mucho, a planear el próximo día, quizá mi próxima salida a donde sea, mi vuelo pendiente, sé que voy a disfrutar mucho porque así soy: un árbol, una flor, un canto, la sonrisa de un anciano, el rostro de un niño, todo me emociona, bueno, no todo, me refiero a lo que es conmovedor.

Estoy tranquila, asumiendo esta nueva forma de vida, esperando, esperando , como un poeta espera ese instante de inspiración, su musa para comenzar a escribir o como el músico espera al duende. Esperar porque mi edad me permite decidir lo que quiero, cómo estar, a dónde ir y con quién persistir.

Quiero estar cerca de personas buenas, sensibles, congruentes, responsables, humanas, que me ayuden a disfrutar lo que realmente vale la pena.

¡Volver a mi esencia!

Victoria Luna

8 comentarios:

MAYRA MORFIN dijo...

Muy bella reflexión, me encanta tu manera de ver la vida! Un abrazo muy fuerte lleno de cariño!! 😘

Unknown dijo...

Leo y te imagino...

Unknown dijo...

Amiga y compañera de a lado tanto tiempo de vivir tan cerca la una de la otra y el mismo que perdí, por el correr de la vida los hijos, admiro tu paz y sencillez ante la vida pues me la trasmites y tu manera de escribir te describe, gracias por compartir lo bello que nos da la vida

ATMOSFERA dijo...

Así eres mamá, una mujer sabia y llena de Victoria, como tu nombre. Te admiro y realmente así te pienso. Gracias por escribirlo porque me hace sentir muy bien leerte. Escribe más. Te amo!

Unknown dijo...

Viky! Querida amiga, te admiro, te aprecio mucho y te valoro por ser quien eres.
Al leer este retazo de tu vida se la comparti a Jesús Eucaristía, no porque El no lo sepa sino para que vea lo maravilloso de la creación y tu dentro de ella . Dios hace cosas maravillosas. Gracias Viky un abrazo a distancia.

Unknown dijo...

Vicky, gracias por regalarnos estas reflexiones, tan tuyas y tan hermosas, el leerlas es ver parte de tu alma, esa alma hermosa y llena de virtudes. El tiempo nos trae la paz y la sabiduría que nos da quietud y nos hace saborear las cosas bellas en todo su esplendor, nos ayuda a "ver más allá de lo evidente". Como dice el Principito, "Lo esencial es invisible a los ojos". Un gran abrazo.

Unknown dijo...

¡Querida Viky!Confiarme el interior de tu corazón me lleva a agradecer...Agradecer la sencillez de un corazón que ama, que se entrega con todo su ser y que comparte la alegría de dscubrirse viva y amada.Viky, toda mi admiración para el ser humano que hay en ti, que agradece y admira humildemente la creación, que le habla a la vida con el arte de la palabra y con toda profundidad nos invita a mirarnos con el espejo de nuestro interior...¡Dios con nosotros y gracias por compartir!

Unknown dijo...

¡Querida Viky!Confiarme el interior de tu corazón me lleva a agradecer...Agradecer la sencillez de un corazón que ama, que se entrega con todo su ser y que comparte la alegría de dscubrirse viva y amada.Viky, toda mi admiración para el ser humano que hay en ti, que agradece y admira humildemente la creación, que le habla a la vida con el arte de la palabra y con toda profundidad nos invita a mirarnos con el espejo de nuestro interior...¡Dios con nosotros y gracias por compartir!